Una interminable lista de chascos
En las últimas décadas se han anunciado multitud de proyectos en Castelló que no han visto la luz
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El sueño de Eurovegas se ha desvanecido en apenas unos días y se suma a la larga lista de proyectos frustrados en la provincia de Castelló, que sigue sin ver materializarse ninguna de las iniciativas anunciadas a bombo y plantillo en las últimas décadas.
El serial arrancó a principios de los 80, cuando se especuló con la posibilidad de que Castelló acogiera Eurodisney. El entonces presidente de la diputación, Joaquín Farnós, realizó gestiones ante el Gobierno central y ofreció unos terrenos vírgenes en la franja litoral comprendida entre Orpesa y Torreblanca, en la misma zona que ahora se planteaba para Eurovegas. El sueño de Disney se esfumó con su marcha a París.
Años más tarde, Carlos Fabra retomó desde la diputación la idea de construir un parque temático y en 1999 presentó el proyecto de Mundo Ilusión, un complejo dedicado al circo y la magia que iría emplazado entre Cabanes y Orpesa. Incluso planteó convertirlo en la sede europea del Circo del Sol.
Lo que se presentó como un parque temático acabó convertido en el mayor desarrollo urbanístico de Europa, con una extensión de 18 millones de metros cuadrados y una previsión de más de 20.000 viviendas. La empresa Marina d'Or se llevó el gato al agua con su proyecto Marina d'Or Golf, que preveía hoteles temáticos, campos de golf, pistas de esquí en la playa y miles de casas. A pocos kilómetros, el flamante aeropuerto de Castelló, el motor del despegue turístico provincial. Sin embargo, los planes se fueron al traste con la decisión de la Generalitat de enterrar el proyecto del parque Mundo Ilusión, mientras que la crisis del ladrillo ha bloqueado el desarrollo del PAI. El aeropuerto está construido pero sigue cerrado.
Ciudad de las Lenguas
No son las únicas iniciativas frustradas. A principios de 2005, la Generalitat lanzó el proyecto de la Ciudad de las Lenguas para urbanizar el frente litoral de Castelló, en los terrenos ocupados por el aeroclub. Siete años después sólo hay estudios previos y ningún plazo concreto. En 2006, el Consell anunció la Ciudad de la Música de Benicàssim, que aprovecharía parte de la infraestructura del FIB y que sería referente en todo el mundo, con un escenario para 40.000 personas y una inversión de 30 millones. Poco más se sabe del proyecto. La misma suerte ha corrido el Centre de Convencions de Calatrava en Castelló, por cuyo diseño la Generalitat pagó al arquitecto 2,7 millones de euros. También han caído en el olvido el edificio de Gehry para la sede de la VIU, el museo de los dinosaurios de Morella (Mudim), la Ciudad de la Euforia, el Megaespai o el circuito de velocidad previsto en les Coves.
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